domingo, 26 de mayo de 2013

Burocracia 2.0

Hace aproximadamente un mes y medio la pieza "Compartir" que presenté para la convocatoria a la tercera edición de Gioielli in fermento,  junto a las piezas de cuatro colegas y compatriotas fue seleccionada para participar en la muestra para la que convocaba dicho concurso. La muestra inauguró el 12 de mayo y permanecerá hasta el 13 de junio en la Vigna delle Arti, en Torre Fornello, localidad de Ziano Piacentino, Piacenza, Emiglia Romagna, Italia. El lugar elegido para la muestra es intrínseco a la temática propuesta para las obras a exhibirse: el sentido del gusto, la relación entre la producción de vino y el arte de la joyería de autor.
No sólo me movía a participar, a presentarme en primera instancia, el tema del concurso ya que como argentina comparto y disfruto la milenaria y sofisticada cultura del vino, sino también la ilusión de que una pieza de mi autoría, una parte de mí, respirara y compartiera por un tiempo el aire de la campiña italiana. Italia es parte de mi historia personal. Todo salió como lo planeaba, las imágenes y concepto (para el cual me detuve como merece a reflexionar, sentir y también investigar) que sostiene la pieza estaban listas antes que el deadline, el trabajo tuvo una buena recepción y a los días recibí la hermosa noticia de que "Compartir" se exhibiría junto a otras 49 piezas en esa paradisíaca viña y sería parte de esa gran fiesta que fue la inauguración. El tiempo para el envío de las piezas, sobre todo para quienes nos encontrábamos del otro lado del globo era poco. Armamos equipo entre cuatro de las cinco joyeras que estábamos cerca y tras averiguar el modo de envío más rápido y seguro enviamos las cuatro piezas a través de un agente de una conocida empresa courier express, enfrentando y compartiendo el altísimo costo que un envío como este significa. La empresa cumplió, a las 48 hs la caja se encontraba en la aduana de Bergamo. ¡Esto fue el 28 de abril!  Desde esa fecha las piezas están detenidas en la aduana. Por supuesto nos hemos estado comunicando con cuanto intermediario pudimos, seguimos día a día el envío por la web, hasta intentamos tramitar algo por Cancillería (quienes rápidamente nos "cortaron el rostro" porque las piezas no habían sido enviadas como piezas de arte...tal vez conozcan las complicaciones que un envío tal supone). La organizadora y curadora transpiró y se desmoralizó igual que nosotras, llamando a diario a la aduana sin suerte. Yo a esta altura intento tomarlo con calma porque la desilusión, la bronca, la tristeza no me llevaba a buen puerto; intento respirar y una nueva ilusión de que algún día llegue a destino, antes del 13 de junio quizás y si no que llegue igual porque Eliana Negroni, la gentil organizadora y curadora de la muestra promete una muestra más para más adelante, una nueva ilusión hace que la situación sea más liviana.
Pienso que como joyeros, como actores de esta nueva disciplina y/o arte que cada vez tiene más lugar, un lugar proporcional a su crecimiento, deberíamos implicarnos en esta cuestión, en esta dificultad de hacer llegar a otros espacios, espacios que nos permiten decir algo a muchos más; deberíamos hacer un esfuerzo más porque no se presente este oscuro fantasma cada vez que recibimos la alegría de que participaremos en una hermosa fiesta.

Transcribo a continuación el maravilloso y reparador artículo que se tomó el trabajo de escribir Eliana Negroni, y luego la traducción que realicé para compartirlo con ustedes.
Tante grazie gentile Eliana!

Burocrazia nell ´era 2.0

Da ormai un mese siamo alle prese un un "clearence delay" presso la dogana italiana. A nulla valgono le spiegazioni e l´haver fornito i dati personali richiesti. Quattro tra le opere provenienti dell´Argentina hanno impiegato un paio di giorni ad arrivare da Buenos Aires a Bergamo e lí giacciono nel sospetto del piú losco traffico commerciale internazionale...e per fortuna che i temi trattati dal nostro concorso nulla hanno a che fare con denuncie sociali o politiche.
Eppure il web ha messo in contatto artisti di tutto il mondo desiderosi di far conoscere la propria voce al di lá del globo-globale, riallacciare relazioni culturali con la terra d´origine, sentirsi parte di qualcosa di condiviso come l´apprezare gusti e tradizioni legati a elementi universalmenti apprezzati: il vino é storia al di lá di confini e dogane. Il saber lavorare metalli e resine e componenti naturali o sintetici, é storia e capacitá affinate nei secoli. 
Il web ha favorito i nostri Gioielli in Fermento e, como in tanti altri settori, non da ultimo propio il vino e la sua legale esportazione, la burocrazia ha cristallizato ogni iniziativa.
A priori, ancora prima che si innescasse qualsiasi eventualitá di sviluppo. A priori le dogane esistono per stabilire che ogni movimento di oggetti sará di certo scopo di lucro e per giunta illecito. Senza dubbio: per chi affronta la spesa per iscriversi a un concorso, inviare l´opera per corriere espresso, coprire le spese doganali ipotizzate, seguire a distanza o magari anche affrontare successive trasferte all´estero pero promuovere la propria opera nelle varie occasioni espositive, copreire le spese di spedizione per il ritorno del pezzo con l´onore di dover dimostrare che non é importazione ed infine scoraggiarsi definitivamente nel veder sfumare ogni possibilitá di poter stabilire rapporti con gallerie all´estero e accontentarsi di poter coltivare contatti con potenziale clientela che prima o poi venga a visitare il suo paese d´origine... Beh si direi che sono interessi paragonabili alla caratura di un traffico illegale di diamanti rifiuti, tossici, armi, materiali radioattivi, alimenti contaminanti, organi di essere viventi...
Perdonate lo sfogo, non é certo novitá di questo mondo falsamente globalizzato, so di enormi difficoltá che altri colleghi hanno incontrato per gestire opere da esporre provenienti da Estremo Oriente ed Est Europeo, ma anche oneri insostenibili tra i paesi occidentali in area extra CE.
Non ci resta che affidati alla virtualitá, sperando che ognuna di noi non perda l´entusiasmo del fare reale, del gustare con tutti i nostri sensi, perché ossevare dal vivo, toccare, respirare, sopessare, sentire la vibrazione di un oggetto, il suo materiale, la sua superficie, il suo odore, fa parte della sua natura intrinseca di essere ornamento, di essere ció che é stato pensato e realizzato dal suo autore.
Per sottolineare il lavoro di tutti gli autori di Gioielli in Fermento ed in particuolare delle autrici argenine che hanno i loro pezzi "bloccati" in dogana , riportiamo qui la frase che Maria Carelli ha tratto dal libro di María Josefina Cerutti, (Ni ebrias ni dormidas". Las mujeres en la ruta del vino", Ed. Planeta, Bs As, 2013).
L´arte orafa (aggiunge Maria Carelli sulla citazione di Cerutti), come quella di chi produce vino, consiste nella "...presenza, nel compromesso e la materialitá del nostro corpo nella vita quotidiana" la presencia, el compromiso y la materialidad de nuestro cuerpo en la vida cotidiana)
Spero di leggere presto il libro de M.J. Cerutti, e alla prima occasione lo si potrebbe inviare in dogana...magari trattenendolo per accertamenti potrebbero fare letture interessanti!

Eliana Negroni.
http://gioiellinfermento.com/2013/05/25/burocrazia-nellera-2-0/

Burocracia en la era 2.0. Traducción
(el destacado es de la traducción)


Desde hace ya un mes somos presa de un “clearence delay en la aduana italiana. De nada sirven las explicaciones y haber proporcionado todos los datos personales solicitados. Cuatro de las cinco obras provenientes de Argentina tardaron un par de días en llegar de Buenos Aires a Bérgamo y allí yacen bajo la sospecha de tráfico comercial internacional…por suerte nuestros temas tratados en el concurso no tienen nada que ver con denuncias sociales o políticas.
Por otra parte la web puso en contacto artistas de todo el mundo deseosos de hacer conocer la propia voz del otro lado del globo- global, renovar relaciones culturales con la tierra de origen, sentirse parte de algo compartido como apreciar gustos y tradiciones ligadas a elementos universalmente apreciados:  el vino es historia más allá de los confines y las aduanas. Saber trabajar metales y resinas, y componentes naturales o sintéticos, es historia y capacidad refinada a través de los siglos.
La web favoreció  nuestros Gioielli in fermento (Joyas en fermentación),  y como en muchas otras áreas, incluyendo el vino y su exportación legal, la burocracia ha cristalizado toda iniciativa.
Las aduanas existen para establecer a priori que cualquier movimiento de objetos será con el fin de lucro y presuntamente ilícito. Sin dudas: para quien enfrenta los costos de inscribirse en un concurso, enviar la obra por courier express, cubrir los gastos de aduana estipulados, seguirla a distancia o quizás también enfrentar sucesivas transferencias en el exterior para promover la propia obra en varias ocasiones expositivas, cubrir los gastos de exposición, para que la pieza regrese con el honor del deber demostrar que no es importación y finalmente desmoralizarse definitivamente al ver esfumarse cualquier posibilidad de poder establecer relaciones con galerías en el exterior y contentarse con poder cultivar contactos con potencial clientela que antes o después visite su país de origen…   En fin, se diría que son intereses comparables a la medida de un tráfico ilegal de diamantes, desechos tóxicos, armas, materiales radioactivos, alimentos contaminantes, órganos de seres vivos…
Perdonen el exabrupto, no es novedad que es éste un mundo falsamente globalizado, sé que otros colegas tienen enomes dificultades para gestionar obras para exponer provenientes del Extremo Oriente y del Este Europeo, pero también costos insostenibles entre los países occidentales en el área extra CE.
No nos queda más que afianzarnos a la virtualidad, esperando que cada uno de nosotros no pierda el  entusiasmo  de hacer real, del gusto con todos nuestros sentidos, porque observar en vivo, tocar, respirar, sostener, sentir la vibración de un objeto, el material, su superficie, su olor, es parte de la naturaleza intrínseca de ser un ornamento, de ser todo aquello que fue pensado y realizado por su autor.
Para subrayar el trabajo de todos los autores de Gioielli in fermento y en particuar de las autoras argentinas cuyas piezas se encuentran “bloqueadas” en la aduana italiana, transcribimos a continuación la frase que María Carelli extrajo del libro de María Josefina Cerutti (“Ni ebrias ni dormidas. Las mujeres en la ruta del vino”, Ed Planeta, Bs. As, 2013):
El arte del joyero/ orfebre (agrega María Carelli a la cita de Cerutti), como la de quien produce vino,  consiste en la “…presencia, el compromiso y la materialidad de nuestro cuerpo en la vida cotidiana”.
Espero leer pronto el libro de M.J. Cerutti, y apenas haya ocasión enviarlo a la aduana…quizás reteniéndolo par a revisión podrían hacer unas lecturas interesantes!

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